El confinamiento ha provocado cambios en la demanda de la vivienda y generado un interés, cada vez mayor, por las casas en los pueblos de menos de 5.000 habitantes.

El teletrabajo se convirtió en una realidad derivada del confinamiento provocado por la pandemia de Covid-19. De esta manera, muchos ciudadanos han alterado su interés por la demanda de vivienda, dirigiéndolo hacia los municipios de menos de 5.000 habitantes en busca de entornos más habitables y donde el precio de la vivienda es mucho más económico que en las capitales de provincia.

La conclusión puede relacionar directamente el incremento del interés por vivir en los municipios pequeños con el bajo precio que ostentan respecto a las capitales de provincia, todo ello derivado de la crisis sanitaria vivida durante este año, ya sea con intención de abaratar gastos o de una búsqueda de tranquilidad que no existe en la ciudad.